martes, 6 de octubre de 2015

HOMEOSTASIS



HOMESOSTASIS
La homeostasis (del griego homos (ὅμος), ‘similar’, y stasis (στάσις), ‘estado’, ‘estabilidad’) es una propiedad de los organismos vivos que consiste en su capacidad de mantener una condición interna estable compensando los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior (metabolismo). Se trata de una forma de equilibrio dinámico que se hace posible gracias a una red de sistemas de control realimentados que constituyen los mecanismos de autorregulación de los seres vivos. Ejemplos de homeostasis son la regulación de la temperatura y el balance entre acidez y alcalinidad (pH).
El concepto fue aplicado por Walter Cannon en 1926,  en 1929 y en 1932,  para referirse al concepto de medio interno(milieu intérieur), publicado en 1865 por Claude Bernard, considerado a menudo el padre de la fisiología.
Tradicionalmente se ha aplicado en biología pero, dado el hecho de que no solo lo biológico es capaz de cumplir con esta definición, otras ciencias y técnicas han adoptado también este término.
Las estrategias que acompañan a estas respuestas pueden resumirse como sigue:
·         Evitación: los organismos evitadores minimizan las variaciones internas utilizando algún mecanismo de escape comportamental que les permite evitar los cambios ambientales, ya sea espacial (buscando microhábitats no estresantes como cuevas, escondrijos; o a mayor escala, las migraciones) o temporal (hibernación, sopor, diapausa, huevos y pupas resistentes).
·         Conformidad: en los organismos conformistas el medio interno del animal cambia paralelamente a las condiciones externas, es decir, se conforma al ambiente pues no regula o la regulación no es efectiva; designado por el prefijo "poiquilo" (Ej. poiquilotermo). Puede existir una compensación funcional con la aclimatación o la aclimatización, recuperándose la velocidad funcional anterior al cambio.
·         Regulación: en los organismos reguladores un disturbio ambiental dispara acciones compensatorias que mantienen el ambiente interno relativamente constante; a menudo designados con el prefijo "homeo" (Ej. homeotermo).
Estas categorías no son absolutas ya que no existen perfectos reguladores ni perfectos conformistas; los modelos más reales se encuentran entre conformistas y reguladores, dependiendo del factor ambiental y de la especie animal.
LA HOMEOSTASIS Y SISTEMAS DE CONTROL
Los siguientes componentes forman parte de un bucle de retroalimentación (en inglés feedback loop) e interactúan para mantener la homeostasis
·         Variable: es la característica del ambiente interno que es controlada.
·         Sensor (Receptor): detecta cambios en la variable y envía la información al integrador (centro de control).
·         Integrador (Centro de Control): recibe información del sensor sobre el valor de la variable, interpreta el error que se ha producido y actúa para anularlo integrando datos del sensor y datos almacenados del punto de ajuste.
·         Punto de ajuste: es el valor normal de la variable que ha sido previamente almacenado en la memoria.
·         Efector: es el mecanismo que tiene un efecto sobre la variable y produce la respuesta. La respuesta que se produce está monitorizada de forma continua por el sensor que vuelve a enviar la información al integrador (retroalimentación).
·         Retroalimentación negativa (Fig. 2): tiene lugar cuando la retroalimentación invierte la dirección del cambio 
. La retroalimentación negativa tiende a estabilizar un sistema corrigiendo las desviaciones del punto de ajuste y constituye el principal mecanismo que mantiene la homeostasis. Algunos ejemplos son la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el ritmo respiratorio, el pH de la sangre, la temperatura corporal y la concentración osmótica de los fluidos corporales.
·         Retroalimentación positiva: tiene lugar cuando la retroalimentación tiene igual dirección que la desviación del punto de ajuste amplificando la magnitud del cambio. Luego de un lapso de tiempo se invierte la dirección del cambio retornando el sistema a la condición inicial. En sistemas fisiológicos la retroalimentación positiva es menos común que la negativa, sin embargo, es muy importante en numerosos procesos. Como ejemplos, se puede citar la coagulación de la sangre, la generación de señales nerviosas (concentración de sodio hasta generar el potencial de acción), la lactancia y las contracciones del parto.

Homeostasis de la glucemia.

Finalmente, como ejemplo de retroalimentación negativa se describe la homeostasis de la glucemia.
La concentración de glucosa en la sangre está regulada habitualmente dentro de límites muy estrechos, entre 3.9-5.6 mM/l en ayunas y en concentraciones menores a 7.8 mM/l sin ayuno. El metabolismo de la glucosa está controlado por el páncreasa través de modificaciones en la relación de concentraciones sanguíneas de dos hormonas, insulina y glucagón, que este órgano sintetiza y secreta. El páncreas responde a la entrada de glucosa a las células beta de los islotes de Langerhans secretando insulina. Por otra parte, el descenso de la concentración de glucosa induce a las células alfa de los islotes de Langerhans a secretar glucagón. El hígado es el principal órgano responsable de la regulación de la concentración de glucosa en el torrente sanguíneo.
Cuando aumenta el nivel de glucosa en la sangre, el páncreas secreta menos glucagón y más insulina. La insulina tiene varios efectos:
·         aumenta el transporte de glucosa de la sangre a las células;
·         en las células aumenta la tasa de utilización de glucosa como fuente de energía;
·         acelera la síntesis de glucógeno a partir de glucosa (glucogénesis) en el hígado y en las fibras del músculo esquelético, y
·         estimula la síntesis de lípidos a partir de glucosa en las células del hígado y del tejido adiposo.
En conjunto, estos efectos producen una disminución de los niveles de glucosa en la sangre al rango que se considera normal (salud).
En cambio, si disminuye el nivel de glucosa en la sangre, el páncreas libera menos insulina y más glucagón, una hormona que tiene múltiples efectos:
·         en la células del hígado y del músculo esquelético acelera la degradación de glucógeno a glucosa (glucogenolisis), que es liberada al torrente sanguíneo;
·         en el tejido adiposo, aumenta la tasa de degradación de grasas a ácidos grasos y glicerol, y su liberación a la sangre, y
·         en el hígado estimula la síntesis de glucosa a partir de glicerol y su liberación a la sangre.
En conjunto, estos efectos producen un aumento en los niveles de glucosa en la sangre, que regresan al rango que se considera normal (salud).

Homeostasis es el conjunto de fenómenos de autorregulación que llevan al mantenimiento de la constancia en las propiedades y la composición del medio interno de un organismo.
Este término trasciende a la biología para hacer referencia a la característica de cualquier sistema, ya sea abierto o cerrado, que le permite regular el ambiente interno para mantener una condición estable. La estabilidad es posibilitada por distintos mecanismos de autorregulación y diversos ajustes dinámicos.
La homeostasis es uno de los principios fundamentales de la fisiología, ya que un fallo en esta característica puede ocasionar un mal funcionamiento de diferentes órganos.
La homeostasis biológica, por lo tanto, consiste en un equilibrio dinámico que se alcanza gracias a constantes cambios para mantener el resultado del conjunto. Este proceso implica el control de los valores energéticos que son considerados normales: en caso que un valor esté fuera de la normalidad, se activan distintos mecanismos para compensarlo.
La homeostasis del organismo depende del medio interno (con la producción y eliminación de ciertas sustancias; por ejemplo, a través de la orina) y del medio externo (la relación entre el ser vivo y el medio ambiente).
La homeostasis psicológica, por otra parte, está dada por el equilibrio entre las necesidades y su satisfacción. Cuando las necesidades no son satisfechas, se produce un desequilibrio interno. El sujeto busca alcanzar el equilibrio a través de conductas que le permitan satisfacer dichas necesidades.


La homeostasis es el equilibrio en un medio interno, como por ejemplo nuestro cuerpo. El organismo realiza respuestas adaptativas con el fin de mantener la salud. Los mecanismos homeostáticos actúan mediante procesos de retroalimentación y control. Cuando se produce un desequilibrio interno por varias causas, estos procesos se activan para reestablecer el equilibrio.
Para que las células de nuestro cuerpo puedan vivir y funcionar correctamente tienen que mantenerse en un ambiente constante, tanto en su interior celular como en el líquido extracelular.
Hay básicamente dos tipos de mecanismos homeostáticos efectores:
1) Vías nerviosas (impulsos nerviosos)
2)
 Vías endocrinas (hormonas)
Algunos ejemplos de regulación mediante vías nerviosas son: a) Regulación de la presión arterial en los mamíferos en general y en el ser humano en particular; b)Regulación de la concentración de oxígeno y de CO2 en la sangre en los mamíferos.
Algunos ejemplos de regulación mediante vías endocrinas son: a) Regulación de la concentración de glucosa en sangre; b) Regulación de las relaciones entre hidratos de carbono, proteínas y grasas; c) Control de los efectos de la alimentación y del ayuno en el cuerpo.
Hay también procesos en los que actúan homeostáticamente nervios y hormonas al mismo tiempo: a) Regulación de la obtención de energía a partir de los alimentos (energía química); b) Regulación de la temperatura interna del cuerpo.
La mayoría de los sistemas homeostáticos complejos de nuestro cuerpo se gestionan mediante una glándula del cerebro llamada hipotálamo. 

 

 

Homeotermia

La homeotermia o endotermia es el proceso mediante el cual un grupo de seres vivos denominados homeotermos oendotermos mantienen su temperatura corporal dentro de unos límites, independientemente de la temperatura ambiental. El proceso consume energía química procedente de los alimentos ya que estos organismos tienen mecanismos para producir calor en ambientes fríos o para ceder calor en ambientes cálidos, conocidos en su conjunto comotermorregulación. Estos mecanismos están situados en el hipotálamo, la piel, el aparato respiratorio, etc.
Los mamíferos y las aves son los dos grandes grupos animales que poseen esta característica con el mecanismo termorregulador. Gracias al autoabastecimiento de calor, algunos homeotermos pueden sobrevivir en las condiciones de frío muy adversas como es el caso de los pingüinos.
Lo contrario a los homeotermos, son los ectotermos, animales que no disponen de mecanismos químicos para regular su temperatura corporal. Un ejemplo de esto lo tenemos en los reptiles, que pasan largas horas al sol para conseguir la temperatura necesaria para que su metabolismo funcione. Como los ectotermos no gastan energía al no producir calor, pueden estar largos periodos sin alimentarse. Por ejemplo, una serpiente puede estar meses sin comer, mientras que un mamífero necesita alimentarse diariamente.
Tradicionalmente, a los seres homeotermos se les denominaba de sangre caliente por oposición a los de sangre fría, pero hay consenso entre los científicos para desaconsejar esta nomenclatura en razón de su vaguedad ya que los tipos de temperatura corporal no pueden encasillarse simplemente en una u otra categoría sino que hay un amplio espectro de mecanismos mediante los cuales el cuerpo mantiene estable la temperatura, siendo los ideales de sangre fría y sangre caliente los extremos opuestos de dicha gama.
En el caso de los humanos, la variación de la temperatura no pasa más allá de los 0,6 °C, aún sometidos a temperaturas altas (60 °C) o relativamente bajas (12 °C). Todo lo relacionado con la temperatura animal ha sido medido cada vez con más precisión desde 1592 con la creación del primer termómetro.

La ectotermia es el proceso mediante el cual un grupo de seres vivos denominados ectotermos regulan su temperatura a partir de la temperatura ambiental. La ectotermia conlleva ciertas pautas de comportamiento para aprovechar las fuentes de calor externas que puede derivar en temperaturas corporales relativamente estables, siendo además un sistema de regulación del ritmo metabólico.
Ectortemia y poikilotermia son terminos diferentes, el segundo se refiere a un organismo en el cual su temperatura varia considerablemente, generalmente debido a su medio ambiente, lo que diferencia el termino es que hay organismos ectotermos que pueden mantener su temperatura corporal relativamente estables, por lo cual existen organismos ectotermos y homeotermos
Son ectotermos típicos los reptiles, cuya temperatura corporal depende exclusivamente de la temperatura del ambiente en el que se hallan. Otro ejemplo típico de ectotermia es el filo de los artrópodos.
Dentro de los animales que se clasifican como ectotermos, se diferencian en primer lugar en dos tipos de estrategias conductuales, que no son mutuamente excluyentes, pudiendo un animal seguir una u otra dependiendo de sistema de vida:
·         Conformistas o poiquilotermos, cuya temperatura corporal fluctúa en conjunto con la ambiental.
·         Reguladores o homeotermos, su temperatura corporal es relativamente estable y se encuentra sobre o bajo la temperatura ambiental. A diferencia de los homeotermos endotermos, la temperatura corporal se mantiene estable en base a la regulación conductual.
A su vez existen diferentes métodos para intentar estabilizar la temperatura corporal.
La heliotermia o captación de calor a partir de la radiación solar, es el sistema más vistoso de regulación térmica del mundo animal, muy extendido en reptiles, y un sistema complementario utilizado por los animales endotermos. Algunos peces, como el pez luna, también la utilizan.
La tigmotermia es la captación del calor por conducción, poniéndose en contacto con superficies más calientes, adquiriendo el calor acumulado en piedras o superficies calentadas previamente por el sol u otro sistema. Muchos grandes reptiles aprovechan piedras calientes para descansar después de haber comido, para aumentar su temperatura abdominal y favorecer la digestión. Los reptiles de zonas sombrías (como los escincos de climas templados) se cobijan bajo piedras calientes para optimizar su temperatura. Muchos animales acuáticos también aprovechan las zonas de aguas calientes para regularse térmicamente a lo largo del día, según sus necesidades de actividad.
Algunos ejemplos:
·         los cocodrilos entran en el agua al anochecer, ya que ésta mantiene más la temperatura y se encuentra más caliente que el exterior, y cuando amanece salen con los primeros rayos de sol y se quedan quietos, con la boca abierta, para tener más superficie en contacto directo con los rayos solares.
·         las hormigas suelen construir los túneles superficiales de sus hormigueros debajo de grandes piedras que están expuestas al Sol por su cara superior. Las piedras, en general, tienen mayor inercia térmica que el suelo de alrededor, captan el calor, lo retienen más tiempo y los transmiten más lentamente al ambiente. Las hormigas logran así una mayor temperatura y estabilidad térmica en los áreas del hormiguero bajo la piedra.
·         muchos ortópteros presentan pautas de comportamiento adaptadas a obtener un aprovechamiento óptimo del calor de los rayos solares. A primera hora del día buscan orientaciones verticales, por ejemplo sobre una planta, para captar los primeros rayos de sol. Seguidamente buscan la superficie del suelo, a la que se pegan replegando las patas para captar la mayor radiación posible del sol, así como la re-emitida por el suelo. Durante las horas centrales del día, cuando el calor ya es elevado, buscan orientaciones verticales para exponerse lo menos posible al sol o se colocan en el suelo en zonas sombrias y estirando las patas para permanecer alejados del suelo.

En el caso de las plantas, favorecen la homeostasis del medio, ya que cogen el C02, y sacan oxigeno, que a la vez nosotros cojemos oxigeno y enviamos c02, eso es un proceso de homeostasis

Homeostasis (homios; semejante; stasis, mantenerse) es el conjunto de procesos de autorregulación que sirven para mantener la estabilidad del medio interno de los organismos.
            Mecanismos reguladores de la temperatura.
            Las aves y los mamíferos son de sangre caliente, es decir, mantienen la temperatura sin importar la del medio. Los animales de sangre fría, como los reptiles y anfibios no pueden hacer esto, por lo que su temperatura depende de la del medio.
            Los organismos de sangre caliente utilizan diferentes mecanismos para mantener la temperatura, depende de la condición del medio:
            Cuando el medio es más caliente que el organismo: dilatación de los vasos sanguíneos, elevación de más sangre a la superficie para enfriarla. Producción de sudor por las glándulas sudoríparas; este se va acumulando sobre la piel y al evaporarse se pierde calor.
            Cuando el medio es más frío que el organismo: la sangre se mueve de la piel hacia la parte interna del cuerpo para mantener el calor. La respiración de las células aumenta. Escalofrío, erizamiento de vellos para aislar la piel.
            La temperatura corporal normal del humano es de aproximadamente 36.5 ºC y solo varía en condiciones de temperaturas extremas, agotamiento o enfermedad.
           
Eliminación de desechos
            Los organismos obtienen nutrientes al alimentarse. Estos nutrientes tienen dos vías: lo que no se digiere se expulsa a través del sistema digestivo y lo digerido se absorbe para ser asimilado en las células. Una vez en las células no todo se aprovecha, de modo que hay partículas que tienen que ser expulsadas.
            Las bacterias, protozoarios y animales simples lo hacen por difusión. En animales multicelulares se le llama excreción al proceso homeostático de eliminación de desechos (subproductos como agua, bióxido de carbono y productos como ácido úrico y urea).
            El CO2 se elimina en los animales terrestres por los pulmones, por las branquias en los animales acuáticos y por  la piel en los anfibios. El agua y ciertas sustancias solubles pueden ser eliminadas por las glándulas sudoríparas.

  Restitución de los daños
            Hay procesos homeostáticos que protegen a los organismos de los riesgos del medio. Por ejemplo, una cortada en la piel desencadena una serie de mecanismos de acción para evitar los riesgos como la entrada de microorganismos por la herida o la pérdida de sangre.
            Lo primero que pasa es la formación de un coágulo para detener la sangre. Al rasgarse las plaquetas liberan tromboquinasa, una sustancia que cambia la conformación de la protrombina en trombina, la cual hace un fibrinógeno que produce fibrina, una red de fibras que atrapan a los glóbulos de la herida formando el coágulo. Unas células llamadas fibroblastos se encargan de restituir la piel afectada, secretando una sustancia blanca, pegajosa y brillante que une los bordes del tejido normal de la piel. Las células, junto con su secreción, se llaman tejido conjuntivo cicatricial.


Defensa contra invasores
            Las enfermedades trastornan el medio interno, por lo cual entran en acción algunos mecanismos parta reestablecerlo.
            Los fagocitos son células que devoran los agentes extraños al organismo. En los nódulos linfáticos se agregan gran cantidad de fagocitos. Este sistema es el que sirve de defensa contra agentes externos. Los anticuerpos  son sustancias producidas por los linfocitos y plasmocitos (células del sistema inmunológico) que combaten al antígeno. De esta forma se le llama a los invasores (bacterias, virus, protozoarios) y sus productos de desecho. Cuando se juntan se llama reacción antígeno- anticuerpo. Los anticuerpos son específicos para cada enfermedad o antígeno.
            Hay cinco tipos de anticuerpos:




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